Mal camino, efectivamente.
Sólo hay que seguir un poco el foro, y dada la escasez de ventas tengo bastante tiempo, para darse cuenta que el ambiente general oscila entre el pesimismo y el malestar.
Personalmente tengo la esperanza remota de que veamos algún indicio de reacción por parte de ebay en breve. En este estado de cosas, y sintiéndolo mucho porque el balance de mi actividad en ebay hasta hace poco era satisfactorio sobre todo por la relación con el 99,9% de los compradores, yo no puedo seguir vendiendo aquí.
No puedo porque las comisiones desbordan lo asumible y porque no tengo nada claro que estemos en un impass superable.
Los últimos cambios no tienden a la mejora, se pierden vendedores de excelentes perfiles, disminuyen los artículos a la venta... y, como guinda, la última acción para "atraer" compradores es publicitar en España las compras en USA.
En resumen un negocio en horas bajas puede sostenerse con esfuerzo si se tienen expectativas, si se palpa una voluntad de interpretar y resolver las trabas para su desarrollo; en caso contrario es una garantía de quemar ilusiones, trabajo y dinero.
Voy a permitirme una analogía. Imaginemos un centro comercial de primer orden gestionado por una empresa que alquila los locales de negocio, en un momento dado ese centro pierde atractivo, visitantes y la rentabilidad de los gestores de los locales.
Lo lógico, creo en mi ignorancia, es un diálogo para analizar la situación y ver que soluciones pueden aportar las partes para invertir la tendencia aunque se asuma que son tiempos duros para el consumo.
Lo que no es de recibo es que el propietario del centro incremente la presión sobre los arrendatarios, los criminalice ante los compradores sin posibilidad de defensa, les obligue a gestionar los cobros con una "entidad financiera" que no ofrece ninguna seguridad a cambio de comisiones elevadísimas y, para colmo, coloque un enorme cartel en la entrada animando a los visitantes a comprar en otro de sus centros porque encontraran mejores oportunidades.
Esto sólo se explicaria en el caso que la empresa llegue a la conclusión de que el centro comercial en cuestión es deficitario sin solución y pretenda cerrarlo desviando a la mayor parte de consumidores posibles a otro de sus centros.
Yo no sé si es el caso, pero de ser así quizá no se podría discutir la legalidad de la actuación ni el derecho de la empresa a llevarla a cabo pero, a mi modo de entender, si sería discutible la honestidad en relación a los vendedores que han confiado y pagado religiosamente por la oportunidad de trabajar en un centro presentado como de primer orden y en contínuo crecimiento.
Lo que queda claro es que será cada uno de nosotros individualmente el que tome la decisión que crea más conveniente. No hay posibilidad, y me gustaría equivocarme, de que la empresa sea sensible a las preocupaciones de un número más o menos importante de clientes y que al menos se diera una orientación; se dijera que se tomen decisiones en principio traumáticas pero que se persigue un objetivo beneficioso para todos, explicándolo y razonándolo.
Yo ya no tengo nada más a comentar sobre el tema y la esperanza de cambio es cada vez más remota.
Un saludo para todos.