Las subastas on line ya no son lo que eran. Sin renunciar del todo a la puja clásica,
eBay privilegiará las transacciones a precio fijo, con lo que pretende evitar la fuga
de minoristas hacia los competidores
Meg Whitman, la directiva más popular de Silicon Valley, dejará en marzo la presidencia de
eBay para, según se comenta, poner en marcha su candidatura a gobernadora de
California. La reemplazará John Donahoe, quien llegó a la empresa con la misión de
recuperar la iniciativa en un negocio que, aunque sigue siendo rentable, presenta signos de
fatiga. El beneficio de eBay en el último trimestre creció un 42 por ciento, pero sus
previsiones indican una desaceleración.
Durante los diez años en que Whitman ha dirigido la empresa que creó las subastas en
internet, eBay creció de 30 a 15.000 empleados y multiplicó sus ingresos por 20. Su modelo
de negocio no tiene parangón: vendedores y compradores se encuentran en el portal de
eBay; cada vez que un vendedor anuncia una mercancía ha de pagar un canon, y cuando
se concreta la venta, la empresa le cobra una comisión. Aunque debe su reputación a las
pujas entre particulares, eBay ha evolucionado hasta transformarse en una plataforma
mercantil usada por miles de minoristas.
Con esta fórmula, ha estimado Donahoe, el sistema de eBay canaliza el 14% del comercio
electrónico global. Pero últimamente muchos vendedores se quejan de que el canon inicial
les penaliza cuando se da el caso -cada vez más frecuente- de que el producto no se
vende. Muchos han desertado y se han pasado al servicio Marketplace, de Amazon, que
sólo cobra por venta realizada.
La otra amenaza proviene de Google, cuyo servicio Checkout compite con la plataforma de
pagos PayPal, propiedad de eBay. Hasta aquí, Checkout no ha conseguido atraer a los
usuarios individuales, pero es una alternativa para los minoristas, gracias a su integración
con el buscador y la publicidad por palabras. Esto ha hecho que muchos tenderos crearan
sus propios espacios en internet, confiando en que los compradores llegarán a través de la
notoriedad que les otorga Google.
Para contrarrestar estos riesgos, Donahoe propone simplificar el sistema, concebido para
estimular las pujas, pero no tan útil cuando se trata de vender a precio fijo, que es lo que
quieren los mercaderes. Y ha adelantado que eBay necesita un buscador avanzado y un
sistema de análisis de la información sobre sus 248 millones de usuarios. Aunque no lo dice
él, sino los analistas, estas intenciones podría facilitar un acercamiento con otra puntocom
en dificultades, Yahoo.
En el legado de Whitman hay una sombra, la empresa de telefonía por internet Skype, que
compró en el 2005 y por la que el año pasado amortizó una minusvalía de 1.000 millones de
euros. ¿La pondrá en venta Donahoe?